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El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel

El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel

El evangelio tiene páginas que, unas veces, todo el mundo entiende y otras cuesta un poco más sacarles el jugo. Pero siempre podemos apuntar un beneficio para nuestra espiritualidad, para el cultivo de la interioridad.

El evangelio de hoy previene contra la irresistible tentación del dinero. Bien lo vemos en la vida de hoy. Pero elabora también lo que podíamos llamar una “espiritualidad de lo poco”: EL QUE ES FIEL EN LO POCO, TAMBIÉN EN LO MUCHO ES FIEL. Nosotros tendemos a lo mucho. Creemos que teniendo mucho, sabiendo mucho, viajando mucho, hallaremos felicidad. Pero el evangelio sugiere que en lo poco hay un secreto, una sabiduría. El evangelio siempre a contrapelo, siempre contracultural.

¿No ha situado Jesús mismo su vida en lo poco? Pocos bienes, poco éxito, pocos discípulos, pocos aplausos, poco agradecimiento, etc. Así anunciaba la hermosura de un reino humilde, de una mesa donde los poco considerados tienen un puesto. Nosotros hemos magnificado su vida, pero, bien mirada, es poca cosa.

¿Cómo construir una espiritualidad de lo poco?

- Disfruta de los detalles: en los detalles anida el amor. Saber disfrutar de las cosas pequeñas, ser cuidadoso en los detalles, no permitir que hagamos nada defectuoso.

- Celebra lo cotidiano: porque no es necesario salirse del marco sencillo de cada día para orar, contemplar, celebrar, hablar bien, gozar.

- Cree con sencillez: no compliquemos inútilmente las cosas, creamos de manera sencilla en el evangelio, creamos sencillamente en la cercanía de Jesús a nuestra vida

A veces los grandes teólogos dicen cosas hermosas sobre la espiritualidad de lo poco. Miremos lo que decía el teólogo K. Rahner: «La más pequeña sonrisa pura y delicada, que brota de no importa donde, desde un corazón recto, ante cualquier tontería de este mundo, refleja una imagen y un rayo de Dios. Es una señal del Dios vencedor, señor de la historia y de la eternidad. Del Dios cuya sonrisa nos demuestra que todo en definitiva es bueno». No es mal apostolado, ahora en verano y durante todo el año, el apostolado de la sonrisa. Es poco, pero es algo muy valioso.

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