Una mujer de entre el gentío

Leer la Palabra con detalle puede aportarnos mucha luz. Leer con detalle es leer con amor.
Dice el texto de hoy que la alabanza a la madre y a la creyente que es María sale de UNA MUJER DE ENTRE EL GENTÍO. Es una mujer la que ha captado la grandeza de María que es ser madre de Jesús y que ha provocado la aseveración de Jesús de que es más importante ser creyente que ser madre. Una mujer de entre el gentío nos ha llevado del aprecio a María a la fe del creyente.
Es evidente el importante papel que las mujeres juegan en la vida eclesial y el problema que no terminamos de solucionar, el lugar de las mujeres en la Iglesia. Por eso, hay que seguir en el camino marcado por el recordado Papa Francisco que decía que “la Iglesia es mujer”.
¿Cómo valorar el papel de las mujeres en la vida cristiana?
- Agradezcamos a las mujeres su fidelidad en la fe: agradezcámoselo a nuestras abuelas, a nuestras madres, a nuestras maestras, a nuestras catequistas. Por ellas hemos llegado a la fe y con su fe nos mantenemos en el seguimiento de Jesús.
- Pidámosles que sigan con nosotros: que no se cansen, que no tiren la toalla, que no que no abandonen esta Iglesia tan deliberadamente conformada con una mentalidad masculina.
- Creamos en que la igualdad es posible: contra todo clericalismo, contra el patriarcalismo que todo lo ha contaminado, contra una ideología que no cambia porque defiende sus intereses. En la comunidad cristiana nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie.
Cada vez se escuchan más voces que demandan en la Iglesia igualdad entre hombre y mujeres: un arzobispo australiano, la Presidenta de la Unión de Superioras Generales, etc. Son voces desde el gentío que hacen visible la presencia de las mujeres en la Iglesia y marcan el futuro a seguir.
Celebramos una fiesta de María muy arraigada en nuestro país. Celebrar es comprometerse a que la igualdad sea la pauta general de la comunidad cristiana. Y por eso hay que superar el continuado pecado de injusticia y de desigualdad que aún sufren las mujeres cristianas. No será imposible si nos damos a la tarea.