Él os bautizará con Espíritu Santo
Como decía el viejo axioma fariseo: «No digas ‘ya he leído cien veces la Palabra’, porque en la ciento una te espera el Señor». Leamos una vez más, reflexionemos, porque quizá hoy encontraremos luz y alimento para nuestra espiritualidad.
Dice el Bautista que Jesús NOS BAUTIZARÁ CON ESPÍRITU SANTO Y FUEGO. Dejamos lo de “fuego” porque eso pertenece a la espiritualidad del Antiguo Testamento. Jesús seguirá la línea del amor. Nos interesa lo otro: ¿Qué es un bautismo con Espíritu Santo? ¿Es nuestro bautismo así?
Reconoceremos con facilidad que casi todos nosotros no tenemos a nuestro bautismo ni siquiera en el baúl de los recuerdos, porque nos bautizaron en edades de las que nada recordamos. Y, además, tampoco hemos hecho mucho por recuperar la espiritualidad del bautismo, siendo así que es la fuente de todos los sacramentos y el cimiento de la vida cristiana,
Por eso creemos que es pertinente la cuestión: ¿Cómo vivir mi bautismo con Espíritu Santo?
- Recupera tu bautismo: pregunta la fecha, celébrala porque es el día de tu nacimiento a la fe. Pide una fotocopia de tu partida de nacimiento en el despacho parroquial y ponla en un cuadrito.
- Sé consciente del valor de tu bautismo: cae en la cuenta de que es el cimiento de toda la vida cristiana, lo que te abre las puertas a los grandes socorros de la Iglesia, lo que te hace hermano/a de los demás cristianos.
- Vive como un bautizado: es lo más importante: que tus acciones sean las de un cristiano, las de un bautizado. No digas que estás bautizado y luego actúas como si no lo estuvieras, lejos de los criterios evangélicos. Que tu manera de vivir no niegue tu bautismo.
Ocurre con alguna frecuencia que una persona se acerca al despacho parroquial para pedir una partida bautismo porque quiere presentar al Obispado la documentación para apostatar de la fe. Nos duele. Pero si hay libertad para entrar, también tiene que haber libertad para salir. Ahora, hay que decir una cosa: tú y yo también apostatamos de nuestro bautismo si no vivimos como bautizados. Porque hay una apostasía documental, pero también hay otra apostasía de vida. Cuidemos de que esta segunda no sea la nuestra.
Adviento puede ser un tiempo bueno para redescubrir el valor de nuestro bautismo. Pide a Dios que te haga consciente y que te haga consecuente. Y recuerda que vivir como un bautizado con Espíritu Santo, con el espíritu de Jesús, es trabajar sin desfallecer por una vida humana más fraterna y solidaria. Si los cristianos fuésemos conscientes de ello y viviéramos como bautizados con el Espíritu de Jesús hasta las relaciones cambiarían, nuestro país no sería el que es. Comencemos la tarea o sigamos en ella sin desfallecer. Nos lo demanda el evangelio.